Conoce la experiencia de Yanina y Matías

Yani y Mati de Argentina, nos cuentan su aventura, cómo arrancaron por Auckland y hoy en día viven en Christchurch:

La idea de viajar surge de una charla con amigos, en la que se encendió la chispa de viajar por el mundo. Optamos por Nueva Zelanda, porque lo encontramos muy atractivo en cuanto a sus paisajes, diversidad cultural y excelente recepción para con los extranjeros. En esa misma charla con amigos, surgió el nombre de la persona que hizo factible el inicio de nuestra aventura: Bella Fazio. Bella nos guió a través de los diferentes aspectos del viaje, incluyendo la aplicación a la visa y todo el asesoramiento para llegar confiados al país y cumplir nuestro objetivo de perfeccionar el idioma inglés.

La escuela que elegimos fue Auckland English Academy, de la cual estamos más que conformes, desde las instalaciones hasta el personal docente, con los que nos sentimos muy a gusto. Allí hicimos amistades, con las que compartimos y seguimos compartiendo salidas, anécdotas y vivencias de todo tipo. Personas en las cuales uno se apoya y se vuelven parte de tu circulo íntimo, apoyándonos mutuamente para levantar cuando aparece la extrañitis, pero rápidamente uno se levanta y sale a despejar. Bastan unas cuadras para lograr ver el mar y seguir volando y viviendo el sueño neozelandés.

La forma de vida es distinta a la de Argentina, pero es a su vez una vivencia hermosa de transitar, tuvimos y tenemos la suerte de compartir con flatmates de aquí, quienes se convierten en una nueva familia, compartiendo el día a día, enseñándonos su cultura y al mismo tiempo enseñándole la nuestra. Lo que lleva a determinados accidentes (graciosos por supuesto) como comer alguna que otra cena con mucho picante y terminar lagrimeando.

Comenzamos nuestra aventura en Auckland y por circunstancias de la vida, nos volvimos a poner en contacto con Bella para pedirle más consejos. Finalmente tomamos la decisión de mudarnos a Christchurch, donde Mati empezó a estudiar un Diploma en Alpha, por lo que nuestra estadía se extiende un año más y el sueño kiwi continúa.